¿Te imaginaste alguna vez que una taza de café podría alimentar algo más que tus mañanas? Eso es exactamente lo que logramos gracias a la alianza con el grupo de investigación de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad FASTA, donde exploramos nuevas formas de transformar residuos en oportunidades. Y nuestro gran protagonista es el Pleurotus columbinus o cariñosamente girgola azul.

¿Qué hace tan especial al Pleurotus columbinus? Su versatilidad y su capacidad para adaptarse a diferentes necesidades, como así también en su capacidad de crecer sobre borra de café, siendo este su sustrato.

Iniciamos el proceso de producción recolectando y tratando adecuadamente la borra de café para convertirla en un sustrato óptimo. Luego, inoculamos el hongo en condiciones de temperatura y humedad controladas, permitiendo que el micelio colonice por completo ese bloque de borra.  Durante varias semanas de desarrollo, el hongo absorbe las propiedades de este sustrato, enriqueciendo su perfil nutricional y convirtiéndose en una fuente de proteínas de alto valor agregado.

La combinación de innovación, sostenibilidad y nutrición está llevando a este hongo al centro de la atención en la industria alimenticia, puntualmente está ganando terreno en la industria vegana y vegetariana. Con el crecimiento de esta girgola estamos dando un gran paso hacia la creación de un producto funcional, con alto valor agregado, que no sólo aprovecha un residuo orgánico, sino que además aporta proteínas y compuestos bioactivos con  grandes beneficios para la salud.

Como si fuera poco, lo mejor de todo es que este proceso  tiene un impacto positivo en el ambiente. Al reutilizar la borra de café, no solo reducimos residuos, sino que también creamos un ciclo sostenible donde lo que antes se desechaba ahora cobra vida en forma de un superalimento.

El Pleurotus columbinus no es sólo un hongo, es una invitación a repensar cómo producimos y consumimos alimentos. Es la prueba clara de que la innovación puede ser deliciosa, nutritiva y responsable con el planeta.

Ahora sí, la próxima vez que pienses en un café, acordate que su historia no termina en la taza, con Borrart, el café sigue transformándose, alimentando no solo nuestra creatividad, sino también nuestro futuro. ¡Porque comer también puede ser un acto innovador! ¿Te sumas?

Giuliana Monachesi – Equipo de I+D+i